Reflexión Inteligencia Artificial
Si tomamos en consideración la célebre frase del matemático sevillano
Alberto Márquez que dice que “ciencia es todo aquello con capacidad de destruir
el mundo”, diríamos que la Inteligencia Artificial es, categóricamente, una
ciencia, ya que se ajusta a su definición. Por supuesto, no todas las ciencias
son iguales y esta ocupa un lugar muy especial debido a que se ajusta las leyes
establecidas por los humanos y somos nosotros su principal fuente de
abastecimiento, tanto en contenidos como en sus procedimientos.
En tanto es una ciencia diseñada en cierta medida por los humanos, a
diferencia del resto de ciencias, somos nosotros quienes podemos establecer sus
principales objetivos y áreas de acción. En este sentido, y como no cabría
esperar de otra manera, su principal área de acción debería ser facilitar la
vida de las personas en todos los aspectos posibles. Sin embargo, al igual que
sucede en las mayoría de los aspectos de nuestras sociedades, una vez entran en
juego intereses económicos esta tarea se vuelve un tanto más complicada y
saltan las alarmas sobre los posibles peligros que puede tener su desarrollo
excesivo.
Por ello, y tratándose de una herramienta creada a nuestro antojo, habría
que delimitar muy bien sus usos y funciones, estableciendo criterios objetivos
sobres los límites de la Inteligencia Artificial, entendiendo, claro está, el
contexto social de cada momento. En definitiva, somos los creadores de una
ciencia con un potencial capaz de cambiar el mundo a mejor o de destruirlo, está
en nuestras manos dominar a la bestia.
iruzkinik ez:
Argitaratu iruzkina