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MILANKOVÍC y LA LUNA

MILANKOVÍC y LA LUNA 


La Luna es el único satélite que orbita nuestro planeta, La Tierra. Los inicios de ambos son casi simultáneos y se remontan a los inicios del Sistema Solar, hace unos 4.500 millones de años. En aquel momento una masa rocosa del tamaño de Marte colisionó con una joven tierra y lanzó una enorme cantidad de roca líquida alrededor. En ese choque se creó la Luna, pero también alteró de forma notoria la composición química básica de nuestro planeta hasta tal punto que se cree que sin aquella colisión la vida en la Tierra no sería posible.


Desde aquella colisión la influencia de nuestro satélite sobre nuestro planeta ha sido transcendentales para la vida tal y como la conocemos hoy. Los ciclos lunares y su influencia sobre las mareas son de sobra conocidas, así como las leyendas de los hombres lobo en las noches de Luna llena. No obstante, hay numerosas influencias de nuestro satélite que a día de hoy seguimos pasando por alto.

La Luna se aleja del orden de 4 centímetros anuales de nosotros, 3,82cm para ser exactos. Por lo tanto, se considera que a día de hoy se encuentra unas 18 veces más lejos que en sus inicios. Esta ligera variación anual modifica la rotación de la Tierra y, por lo tanto, las fuerzas que rigen la rotación de la tierra sobre su eje y las oscilaciones en su órbita alrededor del Sol.

Estas variaciones son conocidas como los ciclos de Milankovíc, en honor a su descubridor Milutin Milankovíc. El astrónomo austrohúngaro relacionó las variaciones climáticas de la Tierra con oscilaciones en la posición de nuestro planeta. Según sus cálculos la Tierra entraba en un periodo de glaciación cada 40.000 años y lo argumentó en base a 3 ciclos, el ciclo de Precesión, el ciclo de Oblicuidad y el Ciclo de excentricidad. Cálculos más precisos estiman ese periodo en unos 100.00 pero Milankovic estableció las bases de estos periodos.


El ciclo de Precesión, de unos 21.000 años, define la rotación terrestre respecto a la referencia fija de las estrellas lejanas. Este efecto producido por el Sol y los planetas y satélites cercanos hacen que la Tierra oscile como si de una peonza se tratase. En la actualidad “apunta” hacia la estrella Polar pero dentro de 10.000 años “apuntará” a la estrella Vega.

El ciclo de Oblicuidad, de unos 41.000 años, se genera, al igual que el ciclo de precesión, por la atracción que ejerce la Luna y el resto de planetas sobre la tierra. Esta atracción genera que la inclinación de la Tierra oscile entre los 22º2’ y los 24º30’. La principal consecuencia de esta oscilación es la incidencia de los rayos solares que alcanzan nuestro planeta.

El ciclo de Excentricidad, de entre 100.000 y 405.000 años, generado por el resto de planetas del sistema solar, causa pequeñas variaciones en la excentricidad de la Tierra. La principal consecuencia de esto es que la distancia entre nuestro planeta y el Sol no es siempre la misma teniendo unos valores extremos e 0,0005 y 0,0607.


Estas variaciones han modificado la diversidad geológica de nuestro planeta. Pero por si esto fuera poco, una parte del desarrollo biológico de nuestro planeta de debe a estos ciclos y las variaciones climáticas que ha generado. Por ello, es importante destacas el papel de la Luna más allá de las fases de la Luna y las mareas, ya que nuestro satélite juega un papel importante en los ciclos de Milankovíc y su duración.

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