Alimentos Biofuncionales.
Los alimentos funcionales son aquellos que, por sus características nutricionales, tienen un uso específico de salud. El origen del término se remonta a los años 80 en Japón, aunque en la práctica de los países occidentales la historia se remonta a las primeras prácticas de enriquecimiento de los alimentos convencionales. Para ello, era habitual utilizar vitaminas y minerales que tenían como objetivo subsanar ciertas carencias nutricionales en la población.
En la actualidad, la legislación que trata de regular estos alimentos es inexistente. Por ello, en el marco Europeo no está definido el concepto de alimento funcional, con lo que genera problemas reales y situaciones extrañas al comercializarse. En cualquier caso, se podría resumir como un alimento que tenga algún aporte específico de algún mineral, vitamina o ácido graso determinado, entre otros, y que este se presente en forma de alimento, no en forma de capsulas comprimidos, gotas, sueros...
Aunque la idea pudiera parece buena, unos alimentos con un aporte nutricional específico para la salud, a continuación veremos algunos ejemplos por los que quizás una legislación estricta al respecto ayudaría a encaminar el problema. A continuación expondremos las cinco principales técnicas de elaboración de alimentos funcionales y pondremos un par de ejemplos de cada uno.
Eliminación de un componente. "Alimentos SIN".
-Sin lactosa por naturaleza. La lactosa es un disacárido presente en la leche de la mayoría de los mamíferos. El porcentaje de la población intolerante a la lactosa varía mucho a lo largo y ancho del planeta y en nuestro entorno se sitúa entorno a un 20%. A pesar de que este porcentaje no es demasiado elevado en los últimos años las bebidas "Sin Lactosa" se han reproducido masivamente en los estantes de nuestros supermercados hasta el punto de perder la cabeza.
Como se puede observar, una empresa de bebidas vegetales promociona un producto con el reclamo de "Sin lactosa por naturaleza". Sería extraño que una bebida que ni es leche ni procede de un mamífero tuviera lactosa. A un precio de 2,99€/litro (entre 3 y 4 veces más cara que la leche de vaca) el reclamo parece que les funciona.
-Una de las estrellas de esta categoría son las leches enriquecidas en calcio. Esta estrategia comercial consiste en aumentar la concentración en calcio de un producto como la leche. Como ya es sabido la leche tiene un alto contenido en calcio por naturaleza, el cual es imprescindible para la función musculoescelética. Suele venderse como reclamo para el crecimiento de los niños y las niñas y para mantener la salud ósea de las personas mayores. En este caso nos encontramos un formato dirigido especialmente a niños con el simpático Ironman en el envase.
-ProActiv para todos los gustos. ProActiv son una serie de margarinas que presentan unos beneficios en función de lo que busque el consumidos. Estas margarinas, que están hechas de aceites vegetales principalmente, se suplementan y modifican de una forma o de otra para "ayuda a las defensas naturales" o "reducir el colesterol" entre otras cosas.
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