MOMENTOS ESPæCIALES
La verdad es que en mi casa nunca hemos sido aficionados a la astronomía
por lo que los momentos espæciales no son muy abundantes. En cualquier
caso, y como toda persona perteneciente a nuestra sociedad, no estamos exentos
de los acontecimientos que más calado tienen en los medios de comunicación. En
mi caso, os traigo los 2 acontecimientos espæciales que mejor
recuerdo.
El primero de ellos es el eclipse solar del 3 de octubre de 2005. En aquel
momento yo tenía 11 años y cursaba 6º curso de primaria. A pesar de mi temprana
edad, recuerdo el acontecimiento con bastante nitidez y, la verdad, es que el
centro puso todas las herramientas para que aquél día fuese mágico. Estuvimos
trabajando el tema de los eclipses en
clase durante los días anteriores (Qué eran, como sucedían, cada cuanto, que
importancia tenían…). Además, nos alertaron de los peligros de observar el
eclipse sin ningún tipo de protección durante unos segundos, por lo que fuimos
provistos de unas gafas especiales.
Llegado el día, teníamos bien aprendido qué teníamos que hacer y cuando lo
teníamos que hacer. El eclipse iba a tener lugar sobre las 10:30 de la mañana y
sólo duraría unos pocos minutos por lo que gafas en mano acudimos al patio con
bastante antelación para coger sitio. Recuerdo aquellos minutos con mucha expectación,
el momento de cierta oscuridad y decenas de niños y niñas manteniendo la
atención sobre un punto a miles y miles de kilómetros de nosotros.
Contarlo en casa, algún compañero con problemas en los ojos por no llevar
la protección adecuada, ver las imágenes del eclipse en la tele… el conjunto
hizo espæcial aquél momento que, más de 16 años después, sigo recordando con cierto
cariño.
El segundo momento espæcial, aunque no muy ligado con ningún
astro ni fenómeno espacial fue el salto desde la estratosfera de FelixBaumgartner. La expectación mediática generada en torno a este evento fue
enorme y tuvo todos los alicientes para contagiarme. La última parte del
ascenso, los momentos previos al salto y el propio salto nos mantuvo a mi aita
y a mi pegados a la pantalla de la tele. La épica que rodeaba al evento junto
con las imágenes del espacio hicieron del salto un momento espæcial
que recuerdo también con cierto cariño.
Claro está que aunque no tengamos ningún vínculo específico con el espacio
ni con los eventos del universo, estos siempre entran en nuestras vidas de una
forma u otra dejándonos en nuestra memoria momentos espæciales que difícilmente olvidaremos.
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