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POLVO DE ESTRELLAS

POLVO DE ESTRELLAS

Izarren hautsa egun batean, bilakatu zen bizigai” (el polvo de estrellas un día se convirtió en sustento de vida) dice una famosa canción en euskera. Esta frase hace referencia a que hoy somos vida gracias a las estrellas que un día existieron en nuestro universo. El “polvo de estrellas”, técnicamente, son los restos de la explosión de una estrella, una supernova. En estas explosiones se generan numerosos elementos de nuestra tabla periódica, imprescindibles, entre otros, para la vida en nuestro planeta (y para que pueda estar escribiendo en este ordenador, pero eso es secundario).

Cuando yo era pequeño ya era difícil observar las estrellas en el cielo ya que la contaminación lumínica de Bilbao y sus alrededores impedía observar con nitidez el espacio, sin contar que la mayoría de días las nubes eran el principal problema. Durante las vacaciones de verano, en cambio, en un pequeño pueblo de la costa levantina, el estrellado cielo se observaba con mayor nitidez. En aquellas despejadas noches del mes de julio me decían que cada una de las estrellas estaba en el cielo en honor a uno de nuestros seres queridos.


Claro está que los 70 kilogramos de media que pesa un ser humano no son comparables con la masa de cualquier estrella, por lo que la segunda de las historias tiene un gran problema de bulto. En cualquier caso estas dos historias que me acompañaron durante la infancia son una muestra de la relevancia que ha tenido, y sigue teniendo, el espacio y las estrellas en nuestra vida. Desde la importancia de ser el sustento de nuestra vida hasta un resguardo donde acomodarnos una vez fallecidos, desde donde observar todo.

En la especulación estelar están también los que han ubicado el Sol en el centro de nuestro universo, impuesto por algún ser divino. Observar el espacio exterior ha suscitado gran interés y ha sido de gran utilidad a lo largo de los siglos en las diferentes civilizaciones y, claro está, que las hipótesis sobre el origen y la distribución de nuestro espacio dan para todos los gustos. Aunque algunas con mayor rigor científico que otras muchas de ellas han perdurado a lo largo del tiempo y hoy en día siguen teniendo un calado social relevante.

En las últimas décadas el estudio del espacio se ha realizado desde una perspectiva más materialista. El estudio de los agujeros negros, la búsqueda de agua en otros puntos del sistema solar, planetas similares al nuestro… Con hitos como la llegada del ser humano a la Luna o la del Perseverance a Marte, esa exploración ha pasado a ser una conquista física del espacio que contribuye al estudio del mismo. Los nuevos avances en tecnología abren un mundo de posibilidades para seguir avanzando en esa conquista espacial.


Una de las consecuencias de esta conquista materialista ha sido que algunas hipótesis más espiritualistas han perdido relevancia en el creer popular. Claro está que el desarrollo tecnológico de los últimos años ha permitido un gran avance en el conocimiento del espacio y ese conocimiento goza de un gran rigor científico. El ansia de conquista ha excedido nuestro planeta y ya aspiramos a conquistar más allá del sistema solar.

Aunque comparto la tendencia de las últimas décadas de una perspectiva más científica del estudio del espacio, considero interesante mantener cierta espiritualidad y misticismo hacia el espacio. Ese lugar donde desconocido donde existe un planeta habitado por un pequeño príncipe o donde descansan nuestros seres queridos. Que el polvo de estrellas nos deje soñar un ratito más.

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