DENDROCLIMATOLOGÍA, ÁRBOLES Y CLIMA.
La dendroclimatología es la ciencia encargada de reconstruir
el clima del pasado mediante la información de los anillos de los árboles. Los
anillos representan las temporadas de crecimiento de los árboles, generándose
un nuevo anillo cada año. El nuevo anillo es el que ese forma entre el anillo
más reciente y la corteza del árbol. Es, por lo tanto, el de la zona exterior
del árbol y el más grande de todos.
Es bien sabido que los anillos de los árboles son más anchos
cuando el clima es favorable y más estrechos cuando las condiciones no favorecen
el crecimiento. Sin embargo, otros factores como la densidad de los anillos y
el incremento área basal permiten una lectura más precisa de las condiciones
climáticas del entorno en un año determinado.
Esta técnica suele ser combinada con otra denominada
dendrocronología, que ese encarga de estimar la fecha exacta de la creación del
anillo de un árbol. Mediante la combinación de estas dos técnicas podemos
observar no sólo los árboles que en la actualidad se encuentran vivos o en fase
de crecimiento, sino que también tenemos la capacidad de aprovechar la
información albergada en árboles petrificados de una antigüedad de miles de
años.
Otra de las ventajas de esta técnica es que permite lecturas
no sólo de las temperaturas de una época determinada. Los anillos de los
árboles dependen de otros factores como la humedad, la nubosidad y las horas
del luz recibida. Sin embargo, este factor es considerado un arma de doble
filo, ya que puede generar cierto ruido a la hora de interpretar los datos.
Mediante esta técnica se ha podido estimar las anomalías en
la temperatura han podido trazas la temperatura de la península de Yamal, en
Rusia, durante los últimos 7000 años. Esta técnica también ha servido para
analizar cómo han afectado los cambios de temperatura del último medio siglo al
crecimiento de los árboles. Según un estudio, el crecimiento podría haberse
visto disminuido a causa del cambio climático.
No obstante, la técnica mencionada tiene numerosos
detractores, ya que no todos son puntos fuertes en esta ciencia. Entre las
principales limitaciones encontramos numerosos factores de confusión. Entre los
mismos podemos encontrar factores climáticos, pero también no climáticos como
el estado del suelo, la edad de los árboles y el fuego que podrían afectar al
crecimiento del mismo. Tampoco se puede considerar el efecto de las
enfermedades o las plagas mediante esta técnica por lo que, en ocasiones, la
causa-efecto puede estar equivocada.
Asimismo, hay que considerar que los árboles no cubren toda
la superficie terrestre, ya que los climas extremos y los océanos no son aptos para los mismos. En ese sentido, una gran parte de la superficie de nuestro
planeta no puede ser trazada mediante esta técnica. Además, la recolección de muestras
de árboles de gran tamaño no siempre es sencilla, ya que en ocasiones estos
árboles pueden encontrarse en lugares de difícil acceso siendo peligroso y
económicamente costoso la obtención de muestras.
Aunque la dendroclimatología es una ciencia con cierto
rigor, la verdad es que necesita complementarse con otras disciplina y/u otros
datos para confirmar los resultados obtenidos. Además, las muestras para
realizar los estudios y su obtención limitan su rango de acción a unos poco
miles de años. Los datos obtenidos de la lectura de los árboles nos permiten
hacernos una idea de cómo era el clima en la época analizada, pero no nos
permiten afirmar con certeza lo sucedido.
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