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TRAYECTORIAS SOCIOECONÓMICAS COMPARTIDAS

TRAYECTORIAS SOCIOECONÓMICAS COMPARTIDAS

El SSP (Shared Socioeconomic Pahtways), también conocido en castellano como Trayectorias socioeconómicas compartidas, son escenarios socioeconómicos globales proyectados hasta el año 2100. Han sido utilizados para derivar diferentes escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero y proyectar una estimación sobre el clima a finales del siglo XXI. Utilizando los informes de evaluación del IPCC se proyectan 5 escenarios mapeados en los espacios de adaptación mitigación.

Aunque en estos tiempos tan convulsos es difícil hacer predicciones sobre el futuro las trayectorias más probables son las SSP2 y la SSP3. Aunque ambas están bien delimitadas, hay una relación entre ellas que podría marcar el escenario más probable. Los diferentes estados acabarán optando por un punto intermedio en mitad de la vorágine generado por la rivalidad regional que frenará el desarrollo de herramientas para combatir la crisis climática.

Desde mi punto de vista a lo largo del siglo XXI las tendencias sociales, económicas y tecnológicas no ser desviarán marcadamente de los patrones históricos, como marca el escenario SSP2. De la misma manera, las instituciones nacionales trabajarán para lograr objetivos de desarrollo sostenible, pero lo harán lentamente. Sin embargo, la intensidad del uso de recursos y energía no se verá disminuido en de forma significativa y la desigualdad de ingresos seguirá siendo uno de los mayores problemas sociales.

Parte de ese problema será consecuencia de la rivalidad regional, como muestra el escenario SSP3. Aunque el nacionalismo como tal no sea un problema de primer orden mundial, el individualismo y la competitividad extrema jugarán un papel fundamental en el consumo. El crecimiento de la población será bajo en países industrializados y altos en países en desarrollo, fomentando las desigualdades y generando crisis migratorias. Estas desigualdades generarán que los países en vías de desarrollo dejen de priorizar la crisis climática con el fin de mitigar las desigualdades de su población.

Todo ello nos lleva a un escenario donde la población mundial rondará los 10mil millones de personas, aumentando el consumo de bienes y recursos de la actualidad. Debido a ello el aumento medio de la temperatura global podría rondar los 1,5ºC en el nicho climático humano y sería superior a 2ºC fuera del mismo. Todo ello tendrá consecuencias a lo largo y ancho del planeta, pero los lugares donde se encuentran los países menos industrializados sufrirán las peores consecuencias en forma de fenómenos climáticos extremos.

La educación y la investigación serán herramientas fundamentales en este proceso mediante las cuales lograremos diversos objetivos. Por un lado, la educación ayudará a la sensibilización de la crisis climática, favoreciendo que los individuos tomen parte en los diferentes aspectos del problema. Por otro lado, la investigación nos dotará de herramientas para mitigar los efectos del cambio climático, así como fuente de energía más sostenible y una optimización de los recursos.

A pesar de que el año 2100 parezca muy lejano, estamos muy cerca de algunos puntos de no retorno, por lo que las acciones deberían ser tomadas a la mayor brevedad posible.

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