2022(e)ko maiatzaren 5(a), osteguna

La Sexta Extinción

La Sexta Extinción 

A lo largo de la historia de nuestro planeta han existido 5 grandes extinciones masivas que han acabado con una gran parte de la biodiversidad existente en ese momento. La más popular es la causada por el meteorito de Yucatán sucedida hace 65 millones de años que acabó con la práctica totalidad de los dinosaurios existentes. En esta extinción desaparecieron de forma repentina tres cuartas partes de las especies de plantas y animales de la Tierra y marcó el cambio de período de Cretácico al Paleógeno.

Infografía de las 5 extinciones acontecidas hasta ahora.

En la actualidad numerosos expertos han dado la voz de alarma sobre una extinción causada por la actividad del ser humano; La Sexta Extinción. La diferencia es que esta no está ocasionada por violentos procesos geológicos ni por destructivos impactos de meteoritos. Esta extinción comenzó hace uno 9.000-13.000 años y en la actualidad continua con la destrucción de ecosistemas y el agotamiento de recursos naturales.

La megafauna, entendida como los animales de gran tamaño, ha desaparecido casi por completo en los últimos 10.000 años. Actividades humanas como la caza intensiva ha acabado con los animales de gran tamaño. Estos gigantes eran de gran atractivo para los humanos, ya que con un único ejemplar disponían de grandes cantidades de alimento. Grandes animales como los mamuts, los megaterios y los smilodones se han extinguido de nuestro planeta en los últimos miles de años quedando únicamente unos pocos animales terrestres más grandes que los humanos.

Esqueleto del Megatherium en el museo de la historia natural de Londres.

Sin embargo, la megafauna no es la única afectada por este fenómeno. Uno de los ejemplos más conocidos es el caso del dodo, un ave no voladora endémica de la isla Mauricio. El caso de esta ave está bien documentado y se sabe que su último ejemplar desapareció en el año 1662. La actividad humana hizo que algunas especies invasoras llegaran a la isla como los macacos, perros y cerdos. Estos últimos se alimentaban de los nidos y los huevos de dodo y en un periodo de un centenar de años, la especie terminó por desaparecer.

Hoy en día nuestra actividad sigue degradando ecosistemas. La contaminación, las infraestructuras y el agotamiento de recursos naturales está alterando un cambio del equilibrio natural y la subsistencia de algunas especies está en duda. Cada vez son más las especies que están en la lista rojade especies amenazadas. De las 7,7 millones de especies de animales se calcula que más de un 20% estaría en peligro de extinción, desde las más extrañas (vaquita marina) a las más comunes (oso panda).

Lista Roja del nº de especies analizadas y su situación.

Existen varias diferencias entre esta extinción y las anteriores, pero hay dos muy claras. La primera es, que el causante, a diferencia de las anteriores, es parte del propio ecosistema. El ser humano por acción u omisión ha acabado con muchas especies y ha puesto a muchas más en peligro. La segunda es que la somos conscientes de ella y, aunque algunos daños son irreversibles, estamos a tiempo de actuar para frenar esta extinción.

Las evidencias de esta extinción son cada vez más claras. En los próximos años veremos cómo más y más animales entran en esa lista roja y como algunos salen de ella para desaparecer para siempre. Numerosos planes de acción podrían frenar este problema pero está en nuestras manos ponernos a ello.

DEUDA ECOLÓGICA PARTE 2

DEUDA ECOLÓGICA PARTE 2 

Escribir sobre el día de la Deuda Ecológica plantea diferentes retos. Por un lado, hay que considerar que todo lo relacionado con el cambio climático es un tema bastante explotado en los medios de comunicación durante la última década, por lo que existe el riesgo de saturar de información a la gente. Por otro lado, tras tantos y tantos artículos resulta difícil aportar algo novedoso y llamativo que pueda llamar la atención de los lectores.

En este sentido, para escribir un artículo sobre el día de la Sobrecapacidad de la Tierra hay que tener muy claras tres ideas, que no son fáciles de resolver. En primer lugar, la información tiene que ser clara y concisa, las horquillas de datos y los números muy grandes no generan certidumbre, por lo que hay que buscar la forma de que sean datos sencillos de entender. En segundo lugar, hay que mostrar las causas del problema con ejemplos de la vida cotidiana, para que los lectores puedan entender que parte de la responsabilidad recae sobre ellos sin que se sientan atacados. En tercer lugar, buscar soluciones factibles al problema, sencillas y eficaces.

Para encontrar información clara y concisa, hay que acudir a fuentes de información fiables. Este tema, por sus características, no se trata en artículos científicos, por lo que las principales fuentes de información son páginas web de organizaciones, por lo general, no gubernamentales que ofrecen información actualizada sobre el tema. El problema de estas páginas, es que la información puede estar sesgada o dirigida hacia una conclusión determinada y el objetivo del artículo es promover la reflexión del lector.

Mostrar las causas del problema con ejemplos de la vida cotidiana puede resultar un tópico, pero a día de hoy parte de la sociedad sigue pensando que el problema del cambio climático está sólo en las grandes multinacionales y no asume su parte como consumidor. Esta tarea es un tanto compleja e intentaremos darle respuesta cuantificando la huella de algunas actividades diarias.

La sociedad, al asumir que el problema escapa de sus manos, tampoco es muy consciente de las posibilidades que tiene de atajar el problema desde sus propios recursos. En este sentido se plantearán una serie de medidas de sencilla aplicación que puedan reducir la huella de carbono de una persona. El equilibrio entre implicación y resultados será importante a la hora de seleccionar las medidas.

Escribir un reportaje teniendo en cuenta todos estos aspectos no es una tarea sencilla. Para ello, una buena herramienta es intentar ponerse en la piel del lector a la hora de escribir el artículo pensando en cómo nos gustaría a nosotros que nos contasen la información, que serie de datos nos interesan y con qué tipo de acciones estamos más familiarizados. Esta tarea requiere de cierta empatía y cercanía hacia el lector.

2022(e)ko maiatzaren 4(a), asteazkena

DEUDA ECOLÓGICA

DEUDA ECOLÓGICA 

El día de la Deuda Ecológica (Earth Overshoot Day, en inglés) es la fecha que marca que hemos consumido todos los recursos que el planeta es capaz de generar en un año. Es decir, a partir de ese momento, todos los días restantes del año en curso estaríamos viviendo en deuda con nuestro planeta. Este día, también conocido como día de la Sobrecapacidad de la Tierra, tiene su origen en el año 1987 donde se estableció en el 23 de octubre y sirve, también, para determinar cuántas Tierras necesitaríamos para abastecer nuestras necesidades.

La fecha de este simbólico día va variando año a año dependiendo de la huella ecológica del año en curso. En ese sentido su evolución nos da una pista del uso de los recursos que ha tenido el ser humano durante las últimas 5 décadas. Se estima que el primer año que sobrepasamos la capacidad de la Tierra fue en 1970 (30 de diciembre) y desde entonces hemos ido aumentando nuestra huella hasta situarnos en el 29 de julio el año 2021.

Este simbólico día nos muestra que la Tierra no es capaz de sostener nivel de vida que llevamos en la actualidad y que pasamos prácticamente la mitad del año en números rojos. Por lo tanto, la visibilización y popularización de este día es importante a nivel social, ya que es una buena herramienta para concienciar a la sociedad sobre el uso de los recursos de nuestro planeta.

Sin embargo, entender nuestra deuda ecológica con la Tierra no es un asunto sencillo. En primer lugar, hay que considerar que es un dato general pero el uso de los recursos es muy desigual en las diferentes regiones del planeta. En segundo lugar, entender la forma en la que se calcula este valor es un tanto complicada y tiene algunas limitaciones. En tercer lugar, hay que entender que es lo que pasa cuando sobrepasamos esa capacidad de la Tierra y de donde obtenemos esos recursos a partir de ese momento. En cuarto lugar, hay que analizar qué podemos hacer para revertir la situación. Y finalmente, entender cuáles son las perspectivas a futuro con este tema.

La deuda que generamos con nuestro planeta es una muestra más de la fehaciente crisis climática generada por el ser humano. Las evidencias son claras y algunas consecuencias inevitables. Por ello, el simbolismo de este día puede ser utilizado como herramienta de concienciación social para revertir esta crisis.

Servicios ambientales e incentivos

Servicios ambientales e incentivos 


Los pagos por servicios ambientales (PSA), son incentivos ofrecidos a agricultores y propietarios de tierras a cambio de administrar sus tierras para proporcionar algún servicio ecológico. Mediante este sistema se intenta promover la conservación de recursos naturales asignándoles un valor de mercado, aunque en algunos lugares también ha funcionado como herramienta de desarrollo rural. Los programas de PSA suelen estar financiados por gobiernos e involucran a intermediarios en el proceso, habitualmente ONGs.

Esta actividad es bastante reciente y sus inicios se remontan a finales de la década de 1990 en Costa Rica. Aunque poco a poco se ha ido extendiendo en la actualidad esta práctica está concentrada en América y algunos lugares de Asia. En Europa, no se conocen proyectos de este tipo y en África sólo existen unos pocos ejemplos.

La organización MasBosques es una organización sin ánimo de lucro que promueve la conservación u el uso sostenible de los recursos naturales. Además, participa de intermediario en algunos procesos de PSA, como el PSA Cundinamarca situado en Colombia, muy cerca de la capital. Cundinamarca es una departamento situado en los andes y cuenta con 11 cuencas hídricas que abastecen de agua tanto a su departamento como a otros cercanos.

En esta iniciativa se han realizado 26 acuerdos colectivos y se han contado con 2 comunidades indígenas, siendo el área a proteger es de cerca de 2.800 hectáreas. El objetivo de su proyecto es promover la conservación de ecosistemas estratégicos. Para ello, aportan incentivos a los propietarios de las tierras aportando entre 400.000 (95€) y 600.000 (142€) pesos por hectárea. Esos incentivos han de ser destinados al uso de semillas orgánicas, abonos, inversiones en el ahorro del agua y su eficiencia y demás cometidos relacionados con la conservación del ecosistema.

Este proyecto es uno de los PSA más exitosos y ha conseguido implicar a toda una comarca con el fin de proteger su entorno rural. El triángulo generado entre la administración pública, propietarios particulares y una ONG, esta última haciendo de intermediaria, ha funcionado y los resultados están siendo notorios en la comarca. La aceptación y la confianza son claves en esta serie de colaboraciones y la revisión externa que realiza MasBosques es fundamental para el funcionamiento del proyecto.

Aunque este proyecto en concreto esté dando sus frutos, los pagos por servicios ambientales es un tema bastante controvertido. El uso eficiente y sostenible de las tierras no tiene que ser dependiente de un incentivo económico sino una responsabilidad con la sociedad y con el ecosistema. Estas prácticas no han sido llevadas a cabo en Europa pero su implantación es un tanto dudosa y tendría que estar sometida a revisiones constantes para evitar conflictos de interés.

Rigor científico y pre-prints

Rigor científico y pre-prints

Una de las mayores expresiones de la actividad científica son los artículos científicos (papers). Estos artículos son publicados, por lo general, en revistas científicas y detallan el trabajo de un grupo de científicos y sus conclusiones. Publicar no es sencillo, ya que los artículos tienen que tener una estructura determinada y pasar una serie de filtros antes de ser publicados, como la revisión por pares. Además, por la propia estructura de la ciencia, los artículos han de ser en cierta medida refrendados por el resto de colegas y deben perdurar en el tiempo para ser considerados como buenos.

Sin embargo, durante los últimos años, hemos vivido un significativo cambio en las publicaciones científicas. La presión de los financiadores y el elevado ritmo informativo, han llevado a que cada vez se publiquen más artículos y que cada vez sean más comunes los pre-prints. Estos últimos son artículos publicados sin haber pasado previamente por las revisiones necesarias y, habitualmente, suelen estar visibles en servidores públicos.

Esta tendencia se ha incrementado durante la pandemia de la COVID-19. La necesidad de información al momento, la incertidumbre de la situación y la saturación de artículos ha llevado a que muchos de ellos hayan sido publicados sin pasar por un filtro. Esta vorágine ha generado que se hayan colado algunos pre-prints de dudoso rigor científico que han llegado a la escena pública. Uno de los más famosos relacionaba el virus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, con el virus del VIH. Este pre-prints recibió numerosas críticas y fue retirado al poco de ser publicado.

Este caso nos muestra como un artículo dudoso puede ser publicado al mismo nivel que otro de mayor rigor sin haber pasado una revisión previa. El problema de estos artículos controvertidos, es que son muy golosos para los medios de comunicación no especializados en ciencia. Por lo tanto, es habitual que algunas de estas impresiones salten a la escena mediática y se difundan con relativa facilidad. Además, los periodistas de los medios de comunicación no son editores de revistas científicas, por lo que no puede recaer sobre sus manos la responsabilizar de dar validez o no a un pre-print.

Por otro lado, hay que considerar que la faceta comunitaria de la ciencia enriquece la misma. En este sentido, las correcciones, aportaciones y la propia discusión fomentada por los editores y revisores de las revistas a la hora de revisar un artículo, enriquece la actividad científica, aportando puntos de opinión y mejorando el artículo. Sin olvidar, que esta revisión conocida como revisión por pares es una de la herramientas más importantes que tiene la ciencia para aportar credibilidad a sus descubrimientos.

No obstante, en el fenómeno de los pre-prints no todo son desventajas. Hay que considerar que  los científicos están sometidos a una alta presión por los financiadores y que el impacto de los mismos se mide en publicaciones. Publicar no es nada sencillo y habitualmente suelen pasar meses desde que se envía un artículo hasta que se publica. Esta demora ha generado que los científicos hayan optado por esta opción más rápida para publicar y difundir sus resultados.

Además, y como ya hemos mencionado, la ciencia está en constante revisión y los descubrimientos científicos sometidos a discusión por el resto de colegas. Esto genera que si un pre-print no es de la calidad suficiente, sus resultados son dudosos o no aporta nada a la disciplina científica será rechazado por la comunidad o caerá en el olvido sin recibir citas ni menciones de ningún tipo. Este es otro de los aspectos fuertes de la ciencia.

En cualquier caso, creo que es importante diferencias dos aspectos dentro de la ciencia. Por un lado estaría la ciencia realizada por y para los científicos. La que fomenta el desarrollo, investiga y descubre. Por otro lado, y no menos importante, estaría la ciencia para el público en general. La divulgación de la ciencia y la cultura científica. En este apartado veo yo el principal problema de los pre-prints

El hacer científico siempre ha estado muy ligado al rigor y sus métodos han sido muy estrictos. La ciencia ha dado una fuerte imagen como fuente de sabiduría y sus técnicas son poco discutidas. Sin embargo, con los pre-prints abrimos la puerta a que esa ciencia de menor calidad, influenciad por intereses particulares, pueda saltar a la escena pública sin ningún tipo de filtro. Aunque esto ya suceda en la actualidad, este fenómeno no haría más que agravar el problema, aportando bien poco a la disciplina científica.

Asimismo, el desarrollo científico no puede convertirse en un debate público mediatizado. En la sociedad en la que vivimos, donde las posturas extremistas son cada vez más habituales, necesitamos certezas. La publicación masiva de artículos no sometidos a la revisión por pares, podría llevar a los diferentes polos a escoger únicamente la información científica de su interés, sin realizar ningún contraste. Todo ello podría acarrear disputas infundadas y poco enriquecedoras sobre temas como el cambio climático.

En las últimas décadas la velocidad de nuestras sociedades ha aumentado considerablemente. Los métodos de comunicación, el internet y los medios de transporte han generado que queramos todo aquí y ahora. Sin embargo, tenemos que tener la capacidad de saber sacar la ciencia de esa rueda que gira cada vez más rápido. La ciencia ha sido siempre fuente de sabiduría y certezas y, gracias a ello, hemos podido generar todo el desarrollo científico y tecnológico que tenemos en la actualidad. No lo echemos a perder.

2022(e)ko maiatzaren 3(a), asteartea

ACIDIFICACIÓN DE LOS OCÉANOS

ACIDIFICACIÓN DE LOS OCÉANOS

La Biodiversidad, entendida como la variedad de seres vivos sobre la Tierra, se ha visto amenazada durante los últimos años como consecuencia del cambio climático. Algunos ecosistemas se han visto degradados por la actividad humana, siendo la deforestación y la agricultura algunas de sus principales causas. Sin embargo, algunas de las consecuencias no son tan visibles a nuestros ojos y ocurren en la inmensidad de nuestros océanos.

La acidificación de los océanos es uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos. La quema de combustibles fósiles ha generado que el nivel de CO2 en la atmosfera haya aumentado un 50% desde la época preindustrial. Como es sabido, este aumento favorece el efecto invernadero, incrementando la temperatura de nuestro planeta. Los océanos tienen la capacidad de absorber parte de ese CO2 y se estima que un tercio de las emisiones del mismo se encuentra en nuestros océanos.

Imagen 1. Evolución de la concentración de CO2 en la atmósfera.

En las últimas décadas se ha observado un aumento de CO2 en la capa superficial de océano. Este aumento ha generado un cambio en la química del agua, acidificando los océanos. Cuando el CO2 entra en contacto con el agua, se genera ácido carbónico (H2CO3), que posteriormente liberaran aniones de carbonato (CO32-) y protones (H+). Estos últimos son los responsables del aumento del pH de los océanos, a mayor concentración de protones, mayor será el pH (nivel de acidez).

Imagen 2. Efectos de la absorción de CO2 en los océanos.

El pH de los océanos ha variado desde un 8,2 de la época preindustrial hasta un 8,1 en la actualidad. Asimismo, algunos modelo estiman que el pH podría ser de 7,95 para el año 2050 y de 7,8 para el 2100. Aunque parezca un cambio mínimo, no hay que olvidar que el pH corresponde a una escala logarítmica, lo que significa que la acidez de los océanos ya ha aumentado un 26% y los modelos nos marcan un aumento del 75% y del 150%, para los años 2050 y 2100, respectivamente. Una de las principales consecuencias de este aumento es que el carbonato (CO32-) libre en el océano se reduzca, disminuyendo la cantidad de carbonato cálcico (CaCO3) de los océanos.

Este cambio está desencadenando una serie de fenómenos desconocidos hasta ahora. El CaCO3 es esencial para algunos animales marinos como los corales, los crustáceos y los moluscos. Al tener dificultades para incorporar este compuesto en sus organismos, sus cubiertas celulares y esqueletos se ven debilitados, poniendo en riesgo la vida de los animales. Ya se han constatado algunas consecuencias de este fenómeno en la Gran Barrera de Coral.

Imagen 3. Blanqueamiento de los corales como consecuencia de la acidificación.

Animales como crustáceos y moluscos juegan un papel fundamental en los ecosistemas. Muchos de ellos forman parte de la base de la cadena trófica. En este sentido, un descenso en la cantidad de moluscos podría afectar a toda la biodiversidad del océano, desde medusas hasta las ballenas más grandes, afectando tanto a la cantidad como a la diversidad de seres vivos de los océanos. 

Imagen 4. Representación simplificada de la cadena trófica oceánica.

Como hemos observado las emisiones de CO2 generadas por la quema de combustibles fósiles no afectan sólo a la atmósfera. Sus consecuencias son transversales en este gran ecosistema que es nuestro planeta. La pérdida de biodiversidad no afecta sólo a nuestros bosques, existe una pérdida más invisible que se encuentra en nuestros océanos.

2022(e)ko maiatzaren 2(a), astelehena

MEDIR A LA ANTIGUA USANZA

MEDIR A LA ANTIGUA USANZA 

Las unidades de medida son una cantidad estandarizada de una determinada magnitud física. Estas medidas están adoptadas por una convención o ley y en la actualidad las más utilizadas son las de Sistema Internacional de Unidades (SI). En la actualidad estamos familiarizados con conceptos como el metro (m), el kilogramo (kg) y el litro (l). Sin embargo, y a pesar de ser las más extendidas, estas unidades son bastante recientes, no más de 250 años. ¿Pero cómo se medían antes las magnitudes físicas?

Arroba (@/a):

Es una unidad tradicional de peso del sistema castellano que se utiliza para medir la masa. Aunque su medida se establece como la cuarta parte del quintal (unos 11,502kg), este valor podría variar en función de la región o de su uso. Los valencianos la utilizaban para medir la masa de los cítricos (unos 12,78kg), en otros lugares tenía un valor de 11,5kg, haciendo referencia a la masa de los cochinos y en alguna zonas vitivinícolas era utilizado como equivalente a 16 litros de vino.

Arrobas de vino. De unos 16L de capacidad.

Galón (gal):

El galón es una unidad de volumen que a día de hoy se sigue utilizando en los países anglófonos. Su valor, en la actualidad, es el del volumen de 10 libras de agua destilada (unos 4,53L). Sin embargo, su origen se remonta a las mediciones de cerveza y vino donde existían dos valores distintos para cada líquido, el galón de vino (4,5L, dividido en 6 botella de 0,75L cada una) y el galón de cerveza (3,78L).

Vara:

La vara es una unidad de medida utilizada en la península ibérica que equivalía a 3 pies castellano. Sin embargo, su valor podía variar entre las diferentes regiones entre los 0,768m y los 0,8359m. Su definición era la distancia de codo a codo de una persona con los brazos estirados. Aunque en la actualidad está en desuso se sospecha que esta unidad de medida tiene orígenes prerromanos.

Vara Castellana como unidad de medida.

El Sistema métrico decimal, el que utilizamos en la actualidad, nos ha facilitado mucho la vida a la hora de realizar transacciones y cambios de unidades. A pesar de ello la historia nos ha dejado una serie de relatos curiosos sobre las unidades que se utilizaban en la antigüedad.

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