Ciencia y artes_Tarea 1.1.- Oír y escuchar
Creo que a todos nos ha pasado en alguna ocasión estar oyendo sonidos de
forma simultánea y tener la capacidad de escuchar únicamente aquel que nos
interesa. Más si cabe si vivimos en ciudades y abarrotadas de sonido en las que
oír únicamente un sonido claro es prácticamente imposible. Todos tenemos la
capacidad de mantener una conversación con una persona mientras tenemos la
radio de fondo y, acto seguido, continuar escuchando la radio. Aunque el volumen
del sonido no haya variado hemos tenido la capacidad de prestar atención a un
sonido y obviarlo.
Escuchamos de forma discriminada porque tenemos la tendencia a escuchar
aquello que más nos interesa en cada momento, o lo que nuestro cerebro
considera que puede ser lo más importante para él. De la misma manera que
cuando leemos noticias tendemos a quedarnos sólo con aquellas que confirman
nuestras creencias, cuando escuchamos tendemos a quedarnos con la información
que nos interesa. De todas formas, aunque en ocasiones tengamos la capacidad de
obviar sonidos que no nos interesan, el cerebro sigue recibiendo esa información
por lo que una gran cantidad de sonidos de forma simultánea nos puede llevar a
una situación de estrés, en mi caso al menos sí.
Cuando la información llega a nuestro cerebro parte de la información se
queda grabada. Somos capaces de reconocer a las personas por su voz y ciertas
palabras o frases nos pueden retrotraer a momentos pasados. De la misma forma
que tenemos nuestra memoria fotográfica disponemos de una memoria auditiva. Por
ello, cuando escuchamos una canción o cualquier tipo de melodía lo hacemos
partiendo de nuestra memoria auditiva. En este sentido, cada persona parte de
una base diferente por lo que dos personas no perciben una melodía de la misma
forma, aunque las ondas que lleguen a sus oídos sean las mismas.
La música nos puede alegrar un día triste o nos puede molestar hasta
enfurecernos. En parte estos sentimientos se despiertan por nuestra memoria
auditiva, aunque algunos de ellos son, en mi opinión, restos de nuestra
evolución como humanos. El trueno puede aterrorizar a un niño, aunque no haya
visto rayos por ningún lado, pero nuestro cerebro sabe los que significa y como
hemos evolucionado durante miles de años en la intemperie asociamos ese sonido
con el peligro.
En definitiva, considero que la música y los sonidos nos pueden ser
agradables o desagradables en base a nuestra memoria auditiva y a nuestros
intereses del momento, pero hay una parte antropológica que difícilmente podemos
controlar.
Kaixo Josu! Bienvenido al módulo de Ciencia y Artes. Tu primera entrada en el blog está bien estructurada y el lenguaje es adecuado. En relación al contenido, apuntas ideas interesantes, si bien no están del todo desarrolladas. Recuerda que en este tipo de ejercicios de reflexión/opinión puedes apoyarte en algún autor de prestigio (referenciado en el texto) para dar mayor consistencia a tus apreciaciones. También es recomendable incluir alguna imagen que haga más atractiva la presentación del tópico. Recuerda que se trata de aprender a divulgar/comunicar y empleamos herramientas que hagan más cercana y atractiva la información, exposición, debate, etc.
ErantzunEzabatuTienes tu primer punto!!
Margarita